Fuera de mi camino
No debería justificarme, por ser humano. Te empeñaste en hacerme creer que era un monstruo, cuando sabías que ni tú misma eras el ángel que mostrabas a todo aquel que te rodeaba. Pero somos, y el equilibrio del bien, y no olvidemos, el mal, yace de nuestras almas. Apreciar los momentos en soledad, y preferirlo cuando buscas un atisbo de paz. No querer llevar máscaras, para poder sentirse a uno mismo, frente a las apariencias que muestran los demás. No reprochar las lágrimas sintiéndonos mártires, cuando no sabes quién las ha derramado en la absoluta oscuridad. Es suficiente; nunca me quisiste escuchar. No se trata ni de rabia ni resentimiento, mucho menos de odio; simplemente es una decepción por andar siempre esperando lo que yo estaba dispuesto a dar. Sigo mi camino, dejandote atrás. Porque no aguantaba ni un solo baile de máscaras más. Ojalá algún día te des cuenta de que el vinilo que suena armonioso lleva roto mucho tiempo.