Tal vez

Es en ese libro en el que se han quedado guardadas todas las palabras llenas de lamentos y frustraciones, y siento temor de abrirlo, pues me encuentro con nuevas incertidumbres y miedos, y tal vez es momento de escribir un nuevo libro. He de decir que pasé unos instantes de verdadera angustia, que llevaba tiempo sin vivir, y no veía salida por más posibilidades que me planteaba. ¿Y ahora?...

Siempre he planeado mi futuro, para que surgiese a la perfección, sin errores. Y diría que si algo he aprendido es, a hacer todo lo contrario. De hecho, constantemente me he afrontado a desilusiones por no plantearme todas las posibilidades que podían cruzarse en mi camino. Estoy en un momento en el que, sinceramente, me dejo llevar por el destino. Solía contar mi vida de modo que ésta era un barco, y tal vez, tan solo estoy dejando que me lleve la corriente de un mar calmado. Las tormentas no han sido más que proyecciones de mis temores, y, aunque siempre tenga un atisbo de miedo, lo siento de forma diferente.

Sé que necesitaba alejarme de la isla en la que tanto estuve, porque había sufrido tanto en un mismo lugar que se volvía costumbre entristecerme al caer la noche, donde fue más latente esa soledad que carcome desde el alma.

Estoy viviendo experiencias y sentimientos que me hacen sentir viva. He encontrado de nuevo el fuego que aviva el dragón que tengo dentro. Porque desde hace tiempo, dejé de ser un fénix que moría y resucitaba una tras otra vez, pese a la belleza del resurgir de las cenizas. Necesitaba ser fuerte, volar con firmeza, con llamas en mi interior, adueñandome del cielo; sintiéndo la libertad. 

Y mientras que yo siento ésta calma, simplemente quiero estar bien con los que me rodean, no quiero perder más..