Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2017

Conocerme

Se alzó su mirada entre el cielo y la montaña. Ojos ámbar, oro añejo. Aún vivía, aún contemplaba el frondoso bosque de abetos al amanecer desde el lugar más alto. Ya no era la misma, había pasado mucho tiempo; años desde la última vez que se supo algo de ella. Dicen que se escondió durante este largo tiempo para arrancar el lamento que llevaba consigo misma arraigado del pasado, el cual la atormentaba constantemente. Buscaba silencio, un medio de encontrarse a si misma y conocerse. "Salí de allí sin saber si la naturaleza seguía siendo la misma; si mi hogar seguiría tal y como lo dejé, si su fragancia a resina de drago permanecería en el ambiente, o si los recuerdos me golperían una vez más. Ahora mismo yo estaba bien, con la mente algo más despejada, sin saber si la toxicidad permanecía en mi misma, y si la desprendía aún. Ahora me encontraba en esa soledad que invadía exteriores e interiores, aunque me costó reconocerlo en su día; en éste momento, por alguna razón, algo en mi

Orígenes

Era un lugar cuyos muros eran sustituidos por vanos, vidrieras de colores, repleto de rosas, de flores que impregnaban su aroma en cada rincón, y al fondo se encontraba de nuevo una puerta entreabierta, la cual llamó mi atención por su aspecto austero, de madera algo desgastada y con un pomo oxidado; realmente marcaba el contraste ante todo lo que la rodeaba. Me quede mirándola en mitad de ese ambiente que me abrazaba junto al silencio, el cual no era incómodo, sino que me transmitía tranquilidad. Tras meditar por un instante en el cual desapareció la noción del tiempo, -tal y como cuando brindas un beso de amor-, decidí entrar y descubrir lo que se hallaba detrás de ésta. El pomo estaba frío, y aún diría que recuerdo su textura oxidada. Se hallaba un proyector en la habitación, así conteniendo mi atención ante los objetos obsoletos que se esparcian en el resto de la misma. Decidí pararme frente a lo que se estaba proyectando, y para mi sorpresa, ahí estaba yo. Salí de la habit

Sentimiento inquebrantable

Nocturne in a minor de Chad Lawson, excelente pieza que me transmite muchísimo en especial en el minuto 3:30. Disfruta. Proyección de mi misma lamentándome por la situación; no diría que deteste la mentira en su totalidad, puesto que alguna vez la debo utilizar. No diría que prefiera el silencio que no daña, porque son verdades encerradas en el alma. He de decir que no me interesa la verdad de la mayoría de las personas que me rodean, y que tan solo me importa que me digan la verdad aquellos que aprecio, que me brindan ilusión, ya que las mentiras o medias verdades son asesinas de la misma. Y tengo más de una cicatriz que se originó de la desiluión, de la pérdida de la esperanza, del voto de confianza que acaba nulo e inerte. Pero qué es la vida sin esas emociones que te hacen sentir vivo, que te llenan de maldad y de benevolencia, que rompen el equilibrio, tus esquemas, tu mente se quiebra en ese espacio de tiempo en el que reina la decepción para luego recordarlo como algo lejano

Nace y permamece

Recomiendo escuchar Tristane, de Oskar Schuster (grandísimo pianista) mientras se lee éste relato. He de añadir que se queda en una idea muy breve y que es mucho más extensa de lo que he plasmado en el texto; sin más dilación, te dejo comenzar a leer. Me resulta patética la forma de buscar placer sin motivo, por aburrimiento, por pasar el rato, por encajar con el resto de la situación. En mi vida si he buscado el placer, a veces fue por la búsqueda de una sensación, pero no tardé mucho en saber que nace y muere en un período demasiado efímero; de hecho, pondría la mano en el fuego por decir que te hace sentir más vacío. Hay que saber distinguir entre necesidad, y placer. Y tus hormonas, si tienes suficiente capacidad de autocontrol sobre tu mente, las puedes tener bajo control sin ningún problema, independientemente de tu sexo. Eso sí, las excusas, las mentiras, yacen de nuestra boca tal y como lo hace el aire. Al final, buscarás el sentimiento; aquello que nace y permanece. Brind

Volver a nacer

Me encontraba encadenado, con un inmenso dolor que me producían unas cadenas... ¿invisibles? Tan solo podía sentir el temblor, la inestabilidad del entorno cuando se acercaba, su presencia. Una vez más se presentó ante mi con una máscara. Fue mi creador, el que forjó mi alma en este cuerpo de dragón. Y de nuevo intenté saber quién era, quién me hizo ser así, con quién llevaba compartiendo tantas vivencias. No sabía si fue él quién me impuso estas cadenas que no veo... ¿o tal vez me las puse a mi mismo? Pese a las heridas, y cicatrices que poseo, por alguna razón siento un vínculo de protección y amor hacia su persona. Y en medio de un momento en el que no sabía ni quién era yo mismo, se quitó la máscara. De repente todo se volvió oscuro, me encontré entre las sombras... y además, me sentía pequeño una vez más. ¿Habia vuelto a nacer otro cambio? Sentía su presencia, ahora distinta. Yo esta vez no sentía las cadenas, y decidí acomodarme en sus manos, aprovechando mi diminuto tamaño, y

Rumbo ciego voluntario

Mientras que mi creencia de que lo correcto sería girar el timón hacía lo que deseo, ese deseo que se alza en el cielo con la estrella que más brilla en el horizonte, hay corrientes que me hablan de la realidad, de que debería de dejar de llevar ese rumbo ciego voluntario, cuyo propósito es llegar donde el alma me logre llevar aunque luego me tope con mi barco hundido; conmigo misma en lo más profundo del mar, tan oscuro, sin puta salida. Pero quisiera ser libre, no pisar tierra, ni llevar pies de plomo. Nunca me paro ante las posibilidades, y frente a la duda, me vendo los ojos para que la vela siga su propio rumbo. Porque hay tormentas que atraen, y aunque traigan consigo una masacre, qué bonito es el amanecer que se aguarda tras aquellos rayos que te hacen sentir vivo.

Acogido, ¿o desahuciado?

Se podría decir que sentenciaron su entrada en mi cuerpo, hacia mis 1825 días de vida, donde la consciencia del entorno comienza a ser notable en medio de unos valores que todavía se mantienen vírgenes de cualquier mal que se mantenga al acecho. Hay personas que le acogen sin saber el momento exacto, otras, desconocen su existencia, y algunos, o sabemos que está -sin actuar hacia ello- o le reconocemos como si hubiese nacido en nuestro interior... aunque hay quienes lo quieren desahuciar. A mi parecer, pese a que vino del exterior, acomodándose durante años en mi alma, comencé a pensar que formaba parte de mi misma, y que buscar la manera de sacarlo, era una pérdida de tiempo. Hablo del nerviosísimo, de la rabia, de la tristeza, de la soledad, de la nostalgia, del rencor, de las ansias de producir daño al ajeno, de reivindicar cada acto en el que se nos clavaron puñales impregnados en veneno; aquello que lo engloba, y que se forma en un solo ser. Hay momentos en los que llegué a pens

Pianistas de mis letras

Hans Zimmer, Joep Beving, Karin Borg, Tom Day, Max Ritcher, Nils Frahm, Jon Hopkins, Deaf Center, Ólafur Arnalds, Dustin O'Halloran, Yann Tiersen, Brian Crain y Lambert. Éstos entre muchos, son los que utilizo para escribir, y siempre recomiendo al lector que los escuche para lograr un mayor entendimiento hacia lo que escribo. Gracias por leer esto y prestar tu tiempo hacia la música clásica, la cual considero esencial.

El juicio ajeno

"Cuando una persona hostiga, persigue o molesta a otra. Se r efiere a una conducta que produce incomodidad o disconformidad." ¿Crees que va más allá? Bienvenido al mundo de los cánones del clasicísmo mitológico, donde si no eres semejante físicamente a una deidad o a un puto dios del Olímpo -sí, de esos que ponen como seres que parece que han ido al gimnasio toda la vida y que han consumido esteroides "a manta"-; o sin ir más lejos, a la mítica "Barbie". Déjame nombrarte una serie de preguntas bastante fáciles. ¿Tienes necesidad excesiva de ser admirado?, ¿careces de empatía aunque puedes parecer brillante en una conversación?,¿puedes fingir que entiendes los sentimientos de los demás?,¿sueles envidiar a los demás o creer que te tienen envidia?, ¿eres una persona egoísta, necesitada de admiración, resentida, envidiosa que para satisfacer tus necesidades de prestigio social eres capaz de hacer daño a los demás sin límites, para anularlos y apartarlos de