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Una sombra en la batalla.

Tan solo un atisbo de luz en medio de la oscuridad, suficiente para marcar un foco en su silueta. El sonido del hierro con el roce del suelo, combinado con el inerte sonido de unas gotas de sangre que caen lentamente. "¿Cuántas batallas inesperadas caerán sobre mi alma?..." Una vez más aparecen los demonios, en busca de un corazón de fuego: es su turno. Se desliza entre ellos empuñando su gran espada, convirtiéndose en una sombra; siendo uno solo con la oscuridad que le rodea.

Chrona

Solo quería que dentro de esa oscuridad surgiese una mano que me acariciase; tan solo eso. Me hago pequeño tantas veces... no quiero que me controle ésta locura que me invade por dentro y que me quiere matar desde hace tanto tiempo. Con cada acto aguardo en una caja blindada mi ángel, mi esencia, que se carcome por un demonio cada vez más corrosivo por éste frágil cuerpo que formé para aguantar. Qué son mis actos, qué significan. ¿Estoy en lo correcto? Me siento sumamente confuso...

Lucha

El cielo parece ser cubierto con un manto oscuro que lo envuelve todo, y hoy no me siento con fuerzas para crear fuego; me dirijo al lago en el que me podré limpiar la cara bajo la luz de una luna que, pese a no estar en plenitud aporta la suficiente luz. Me quedo hipnotizado frente a los reflejos del agua. Una vez sentado, me limpio la cara de las pinturas negras que nos caracterizan, a nosotros, a nuestra lucha; una lucha que, mis acestros se empeñan en continuar, pero que desde pequeño yo no quiero predicar, pues, esos monstruos y demonios tan solo nos hacen daño mental, y estoy cansado de luchar para no ser sacrificado ante creencias que no siento en mi corazón.

En un mundo de color.

Banda sonora voluntaria para leer: 1% of something - Ramin Djwadi "Comienza el día con una sonrisa, eso irrita a la gente". Quiero transmitir algo que me enseñaron este año, lo cual me hace seguir adelante muchas de las veces que he estado realmente mal o simplemente sin motivación alguna. Vive y exprime cualquier posibilidad o acto que se te ocurra por tu mente. Deja de seguir lo normal, lo establecido, tan solo por un miedo hacia lo que digan los demás, tan adaptados a un mundo sumamente gris. Permítete a ti mismo estallar de la rabia, de la tristeza, y a su vez, de las mejores emociones o sentimientos; lucrate, siéntelos por todo tu cuerpo de tal forma que se queden grabados para siempre, siente lo que es estar vivo y la infinidad de cosas que puedes encontrar por tu camino. No está mal querer estar en la soledad, ponerse a bailar bajo la lluvia o en tu casa mientras limpias, pintarte la cara de mil colores, saltar sobre la cama, tumbarse desnudo bajo la luz de la

Más allá de volar

Me siento pequeño y frágil, a veces, siento como la grandeza invade mi figura, imponente como el vuelo que me otorgan esas grandes alas que juegan con las nubes y se envuelven en su color cuando llega el atardecer. Me vuelvo pequeño cuando quiero evadirme, cuando quiero sentir mi esencia desde su creación; mi espíritu, mi alma de dragón. He dejado de sangrar. Solo quiero que entiendan lo que es para mi la libertad más allá de volar.

Tal vez

Es en ese libro en el que se han quedado guardadas todas las palabras llenas de lamentos y frustraciones, y siento temor de abrirlo, pues me encuentro con nuevas incertidumbres y miedos, y tal vez es momento de escribir un nuevo libro. He de decir que pasé unos instantes de verdadera angustia, que llevaba tiempo sin vivir, y no veía salida por más posibilidades que me planteaba. ¿Y ahora?... Siempre he planeado mi futuro, para que surgiese a la perfección, sin errores. Y diría que si algo he aprendido es, a hacer todo lo contrario. De hecho, constantemente me he afrontado a desilusiones por no plantearme todas las posibilidades que podían cruzarse en mi camino. Estoy en un momento en el que, sinceramente, me dejo llevar por el destino. Solía contar mi vida de modo que ésta era un barco, y tal vez, tan solo estoy dejando que me lleve la corriente de un mar calmado. Las tormentas no han sido más que proyecciones de mis temores, y, aunque siempre tenga un atisbo de miedo, lo siento de f

Pedacito de idea de un libro que estoy escribiendo

"Ergo perdió toda su memoria, quedando en su subconsciente aquellos fragmentos de recuerdos, varados en los sueños que, quién sabe si logrará interpretar. Quería ver cómo afrontaría las desdichas que le comenzarían a suceder a muy temprana edad, con el fin de comprobar el límite de su fortaleza. Pese a que yo conocía las infinitas posibilidades que se hallaban en su destino, era curioso ver, desde las sombras, cual de esos caminos escogía con determinación. Desde pequeño comenzó a llorar por algo más que el dolor al caerse corriendo, al jugar; disfrutando. Pues esas lágrimas eran las más efímeras que conocería, las cuales dejaría atrás en cierto momento, para experimentar el verdadero dolor, la desilusión, la indiferencia... tan presente en el alma humana. Sentía su evolución, como pudo rendirse numerosas veces, y por el contrario se aferró al mínimo rayo de esperanza que le atase a un mundo aún tan desconocido. Día a día, trató de liberar de su alma aquel pesar que le llevaba a

Decisiones certeras.

Y ahí me encontré a mi misma de nuevo, una vez más, contemplando como el sol se ocultaba tras ese horizonte tan lejano, con los árboles expectantes justo delante de la colina donde yo me hallaba. Es cuando cae la noche, brindando ese manto oscuro con atisbos de luz, el momento idóneo para pensar, y hablar conmigo misma, sin interrupción. Y es el instante de dejar los lamentos, para poder descansar profundamente y embarcarme en el mundo de los sueños, para despertar con fuerzas y valor ante la luz que otorga la gélida mañana. Es momento de reflexión; determinación. He divagado constantemente en ideas profundamente ambiguas, hasta llegar a conclusiones certeras, que me conceden tranquilidad dentro de mi propio caos. Decidí seguir luchando, con la convicción de que debo dejar de vivir en un futuro incierto, para poder así contemplar mi presente, con todo lo que suceda. Sé que no me derrumbaré. Aunque quede varada en la desesperación, siempre me aferraré al mínimo rayo de luz, consideran

Después de tanto

Y cuando ni las llamas que se muestran de vez en cuando sobre el cielo, son capaces de calmarme, sé que algo no está bien. Son la advertencia que me recuerda lo que llevo en mi interior, lo que es renacer de las cenizas envuelto en un vigoroso fuego. Ahora las llamas son azules, temerosas, sin querer avivarse en exceso, por el miedo que otorga un camino desconocido, donde se puede encontrar con a saber qué, lo cual termine por apagarlas por completo. ¿Renacer?, ¿cuántas veces seré capaz de volverlo a hacer? Ciertamente no lo sé. Desconozco el guerrero que aguarda mi alma, pues pese a mis numerosos lamentos, mi voluntad fue un efímero apoyo hacia el tiempo; maestro, en encargarse de cicatrizar heridas, y de forjar recuerdos. Son éstas llamas azules las que esperan aquello que termine con ellas, que las avive de nuevo tornando ese gélido color en un rojo vivaz; esperan al amor que derrita totalmente el hielo que envuelve mi corazón.          Y después de tanto tiempo, falta poc

Sonámbulo

No sabría decirte dónde me hallo, ni con el más mínimo detalle, pues todo es tan borroso; incierto. De nuevo lo más real es aquel tiempo etéreo en el que reinan los sueños ambiguos, carentes de realismo, a su vez tan significantes. Y cómo no, utilizar la metáfora de un barco, cuyo nombre es Destino, surcando un mar, dichoso camino de la vida, en esa atmósfera que le rodea, eterna, y eterno, el tiempo; tan presente, nos hace divagar en exceso, viajar mentalmente. Y mi barco se encuentra, no entre una temible tempestad, pero sí ante mares sin un mapa que pueda descifrar los recovecos que podré hallar. Y estoy frente a mi peor enemigo; Temor. Son aquellas brisas que acarician mi rostro las mismas que pueden formar el mayor huracán, o quién sabe si son el aliento de un oasis que estoy a punto de encontrar. Breve inciso, ya fuera de éste pequeño relato: la utilización de mayúsculas en sustantivos se debe a que me refiero a ellos como un nombre. Espero que te haya gustado!

Conocerme

Se alzó su mirada entre el cielo y la montaña. Ojos ámbar, oro añejo. Aún vivía, aún contemplaba el frondoso bosque de abetos al amanecer desde el lugar más alto. Ya no era la misma, había pasado mucho tiempo; años desde la última vez que se supo algo de ella. Dicen que se escondió durante este largo tiempo para arrancar el lamento que llevaba consigo misma arraigado del pasado, el cual la atormentaba constantemente. Buscaba silencio, un medio de encontrarse a si misma y conocerse. "Salí de allí sin saber si la naturaleza seguía siendo la misma; si mi hogar seguiría tal y como lo dejé, si su fragancia a resina de drago permanecería en el ambiente, o si los recuerdos me golperían una vez más. Ahora mismo yo estaba bien, con la mente algo más despejada, sin saber si la toxicidad permanecía en mi misma, y si la desprendía aún. Ahora me encontraba en esa soledad que invadía exteriores e interiores, aunque me costó reconocerlo en su día; en éste momento, por alguna razón, algo en mi

Orígenes

Era un lugar cuyos muros eran sustituidos por vanos, vidrieras de colores, repleto de rosas, de flores que impregnaban su aroma en cada rincón, y al fondo se encontraba de nuevo una puerta entreabierta, la cual llamó mi atención por su aspecto austero, de madera algo desgastada y con un pomo oxidado; realmente marcaba el contraste ante todo lo que la rodeaba. Me quede mirándola en mitad de ese ambiente que me abrazaba junto al silencio, el cual no era incómodo, sino que me transmitía tranquilidad. Tras meditar por un instante en el cual desapareció la noción del tiempo, -tal y como cuando brindas un beso de amor-, decidí entrar y descubrir lo que se hallaba detrás de ésta. El pomo estaba frío, y aún diría que recuerdo su textura oxidada. Se hallaba un proyector en la habitación, así conteniendo mi atención ante los objetos obsoletos que se esparcian en el resto de la misma. Decidí pararme frente a lo que se estaba proyectando, y para mi sorpresa, ahí estaba yo. Salí de la habit

Sentimiento inquebrantable

Nocturne in a minor de Chad Lawson, excelente pieza que me transmite muchísimo en especial en el minuto 3:30. Disfruta. Proyección de mi misma lamentándome por la situación; no diría que deteste la mentira en su totalidad, puesto que alguna vez la debo utilizar. No diría que prefiera el silencio que no daña, porque son verdades encerradas en el alma. He de decir que no me interesa la verdad de la mayoría de las personas que me rodean, y que tan solo me importa que me digan la verdad aquellos que aprecio, que me brindan ilusión, ya que las mentiras o medias verdades son asesinas de la misma. Y tengo más de una cicatriz que se originó de la desiluión, de la pérdida de la esperanza, del voto de confianza que acaba nulo e inerte. Pero qué es la vida sin esas emociones que te hacen sentir vivo, que te llenan de maldad y de benevolencia, que rompen el equilibrio, tus esquemas, tu mente se quiebra en ese espacio de tiempo en el que reina la decepción para luego recordarlo como algo lejano

Nace y permamece

Recomiendo escuchar Tristane, de Oskar Schuster (grandísimo pianista) mientras se lee éste relato. He de añadir que se queda en una idea muy breve y que es mucho más extensa de lo que he plasmado en el texto; sin más dilación, te dejo comenzar a leer. Me resulta patética la forma de buscar placer sin motivo, por aburrimiento, por pasar el rato, por encajar con el resto de la situación. En mi vida si he buscado el placer, a veces fue por la búsqueda de una sensación, pero no tardé mucho en saber que nace y muere en un período demasiado efímero; de hecho, pondría la mano en el fuego por decir que te hace sentir más vacío. Hay que saber distinguir entre necesidad, y placer. Y tus hormonas, si tienes suficiente capacidad de autocontrol sobre tu mente, las puedes tener bajo control sin ningún problema, independientemente de tu sexo. Eso sí, las excusas, las mentiras, yacen de nuestra boca tal y como lo hace el aire. Al final, buscarás el sentimiento; aquello que nace y permanece. Brind

Volver a nacer

Me encontraba encadenado, con un inmenso dolor que me producían unas cadenas... ¿invisibles? Tan solo podía sentir el temblor, la inestabilidad del entorno cuando se acercaba, su presencia. Una vez más se presentó ante mi con una máscara. Fue mi creador, el que forjó mi alma en este cuerpo de dragón. Y de nuevo intenté saber quién era, quién me hizo ser así, con quién llevaba compartiendo tantas vivencias. No sabía si fue él quién me impuso estas cadenas que no veo... ¿o tal vez me las puse a mi mismo? Pese a las heridas, y cicatrices que poseo, por alguna razón siento un vínculo de protección y amor hacia su persona. Y en medio de un momento en el que no sabía ni quién era yo mismo, se quitó la máscara. De repente todo se volvió oscuro, me encontré entre las sombras... y además, me sentía pequeño una vez más. ¿Habia vuelto a nacer otro cambio? Sentía su presencia, ahora distinta. Yo esta vez no sentía las cadenas, y decidí acomodarme en sus manos, aprovechando mi diminuto tamaño, y

Rumbo ciego voluntario

Mientras que mi creencia de que lo correcto sería girar el timón hacía lo que deseo, ese deseo que se alza en el cielo con la estrella que más brilla en el horizonte, hay corrientes que me hablan de la realidad, de que debería de dejar de llevar ese rumbo ciego voluntario, cuyo propósito es llegar donde el alma me logre llevar aunque luego me tope con mi barco hundido; conmigo misma en lo más profundo del mar, tan oscuro, sin puta salida. Pero quisiera ser libre, no pisar tierra, ni llevar pies de plomo. Nunca me paro ante las posibilidades, y frente a la duda, me vendo los ojos para que la vela siga su propio rumbo. Porque hay tormentas que atraen, y aunque traigan consigo una masacre, qué bonito es el amanecer que se aguarda tras aquellos rayos que te hacen sentir vivo.

Acogido, ¿o desahuciado?

Se podría decir que sentenciaron su entrada en mi cuerpo, hacia mis 1825 días de vida, donde la consciencia del entorno comienza a ser notable en medio de unos valores que todavía se mantienen vírgenes de cualquier mal que se mantenga al acecho. Hay personas que le acogen sin saber el momento exacto, otras, desconocen su existencia, y algunos, o sabemos que está -sin actuar hacia ello- o le reconocemos como si hubiese nacido en nuestro interior... aunque hay quienes lo quieren desahuciar. A mi parecer, pese a que vino del exterior, acomodándose durante años en mi alma, comencé a pensar que formaba parte de mi misma, y que buscar la manera de sacarlo, era una pérdida de tiempo. Hablo del nerviosísimo, de la rabia, de la tristeza, de la soledad, de la nostalgia, del rencor, de las ansias de producir daño al ajeno, de reivindicar cada acto en el que se nos clavaron puñales impregnados en veneno; aquello que lo engloba, y que se forma en un solo ser. Hay momentos en los que llegué a pens

Pianistas de mis letras

Hans Zimmer, Joep Beving, Karin Borg, Tom Day, Max Ritcher, Nils Frahm, Jon Hopkins, Deaf Center, Ólafur Arnalds, Dustin O'Halloran, Yann Tiersen, Brian Crain y Lambert. Éstos entre muchos, son los que utilizo para escribir, y siempre recomiendo al lector que los escuche para lograr un mayor entendimiento hacia lo que escribo. Gracias por leer esto y prestar tu tiempo hacia la música clásica, la cual considero esencial.

El juicio ajeno

"Cuando una persona hostiga, persigue o molesta a otra. Se r efiere a una conducta que produce incomodidad o disconformidad." ¿Crees que va más allá? Bienvenido al mundo de los cánones del clasicísmo mitológico, donde si no eres semejante físicamente a una deidad o a un puto dios del Olímpo -sí, de esos que ponen como seres que parece que han ido al gimnasio toda la vida y que han consumido esteroides "a manta"-; o sin ir más lejos, a la mítica "Barbie". Déjame nombrarte una serie de preguntas bastante fáciles. ¿Tienes necesidad excesiva de ser admirado?, ¿careces de empatía aunque puedes parecer brillante en una conversación?,¿puedes fingir que entiendes los sentimientos de los demás?,¿sueles envidiar a los demás o creer que te tienen envidia?, ¿eres una persona egoísta, necesitada de admiración, resentida, envidiosa que para satisfacer tus necesidades de prestigio social eres capaz de hacer daño a los demás sin límites, para anularlos y apartarlos de

Un pedacito de Twain

"El que lucha con monstruos debe tener cuidado de no convertirse en un monstruo. Y si miras fíjamente durante mucho tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti." Curiosamente, Verne también nombró a los abismos en su Viaje al centro de la Tierra, siendo ésta la siguiente: "No hay nada que embriague tanto como la atracción del abismo".

Jaula rota, pájaro libre

También un monstruo tiene sus vivencias que lo hacen ser como tal. Tampoco es que fuese hace mucho que pasase esto. Empezaré preguntando. ¿En qué momento piensas que soy tu propiedad? Digo, partiendo de que el amor es sinónimo de libertad, a mi parecer. Digamos que, aunque diga y reivindique ésta susodicha libertad, en tu mente estúpida no cabe ese concepto. Entonces, ya de ahí hemos partido sumamente mal; como dice el dicho, lo que mal empieza, mal acaba. Éstas palabras, van para un miserable. Soy un jodido pájaro, voy volando por el cielo, y te ves con el derecho de agarrarme de las putas alas y encadenarmelas, pero descuida, -me gustas, eres algo que me gusta demasiado-; eres enfermízo. No tienes ni la menor idea de lo que significa querer, y mucho menos amar. Ahora vayamos al grano. En qué momento, consideras que aprovechando mi debilidad física, puedes llegar a cogerme de las muñecas con todas tus fuerzas, e intentar obligarme a hacer algo pese a las reiteradas negaciones, y lo

Vinilo roto

Yo, llamado monstruo. Por nacer con rareza, por no ser algo normal. Por no poder mirar al cielo sin que alguien me llegue a juzgar. Aún se preguntan por qué utilizo máscaras, por qué dejé de mirar. Yo me pregunto para qué queréis puertas del alma conteniendo un interior putrefácto. Queda muy poco, necesito liberarme. Necesito contemplar otros lugares, es hora de parar el baile con el vinilo roto; se está haciendo monótono, me causa pavor. No creo que se sostenga mucho más. No quiero estar a merced de mis emociones. Quiero usarlas, disfrutarlas y dominarlas.

Tiempos irracionales

Tras tanto tiempo, fue un lento despertar. El nacer a cámara lenta, salir de los abismos nunca fue fácil. Y qué extraña sensación tuvo al contemplar su alrededor, ahora tan lúgubre e inerte; sin vida. Tal vez hubiese sido mejor quedarse un rato más conversando con Morfeo.