2014

Abrí los ojos.

Me encontraba en la montaña donde solía esconderme para salir en las noches y amaneceres al lugar más alto de la misma a contemplar el bosque; la tundra, ¿la recuerdas? Aquí me ocultaste cuando decidiste convertirte en animales y descubrirte a ti mismo en un espíritu alejado de lo humano.

Llevaba demasiado tiempo dormida, en la oscuridad. Me olvidaste pero jamás dejé de ser parte de ti.

Todavía tenía la pintura negra en mi rostro; solía hacerme dibujos en la piel para representar las cicatrices de mis batallas; una falsa sonrisa.

Allí me encontraba, siendo un solo ser con la naturaleza. Despertando después de tanto tiempo por que me llamaste para resurgir. Fui tu primera creación.

Me pregunto si buscas en mi los recuerdos, sí, esos mismos que te llevaron a crearme para representar en un solo ser todo lo que sentías. Sé que te desahogó trasladarte a mi piel a través de tu mente y ser tú quien caminaba descalzo por el bosque en busca de... ¿quién? Sé que sigue inmerso en tu corazón.

Me buscas porque en este mundo creaste un caos perfecto; vivías una ilusión inmensa inyectada en inocencia y en sentimientos que, ahora ves distorsionados porque nada era lo que tú creías.

Incluso a través de tu verdadero yo viviste fuera de la realidad y por eso creaste todos estos mundos y seres en los que te reencarnabas para sentirte vivo.

...


Yo fui creada con tu dolor, aquella primera vez que lo sentiste tan intenso, donde estabas tan perdido, donde aún no sabías ni cómo reaccionar a un mundo demasiado nuevo para ti en el que tus emociones colisionaban una y otra vez...


Sé que me buscas ahora para borrar la tinta negra que formaba una sonrisa triste para dibujar la que tanto sueñas, sin temor.

Falta poco...

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