Rumbo ciego voluntario

Mientras que mi creencia de que lo correcto sería girar el timón hacía lo que deseo, ese deseo que se alza en el cielo con la estrella que más brilla en el horizonte, hay corrientes que me hablan de la realidad, de que debería de dejar de llevar ese rumbo ciego voluntario, cuyo propósito es llegar donde el alma me logre llevar aunque luego me tope con mi barco hundido; conmigo misma en lo más profundo del mar, tan oscuro, sin puta salida. Pero quisiera ser libre, no pisar tierra, ni llevar pies de plomo. Nunca me paro ante las posibilidades, y frente a la duda, me vendo los ojos para que la vela siga su propio rumbo. Porque hay tormentas que atraen, y aunque traigan consigo una masacre, qué bonito es el amanecer que se aguarda tras aquellos rayos que te hacen sentir vivo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Decisiones certeras.

En un mundo de color.

Orígenes